Cualquier persona pensaría que puede ser bastante incómodo tener una pantalla pegada al ojo derecho. Sin embargo, según Pete Pachal de Mashable.com, la Google Glass prácticamente no molesta y tampoco se ve cuando esta desactivada.
Las imágenes de la fotogalería no reflejan fielmente cómo se ve a través de la Google Glass. El responsable cuenta que las consiguió pegando su Smartphone a su rostro y así nos da una idea de lo que está viendo. Para esta persona, uno de los momentos más emocionantes fue cuando solicitó una dirección y todo el mapa virtual se movía siguiendo sus pasos y la dirección de su cabeza.
Este artículo fue publicado en Mashabe.com
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